La forma casi absurda, orwellianamente totalitaria que los regímenes de Venezuela y Ecuador están acosando a los medios de comunicación independientes, es realmente espeluznante y habla de una cruda realidad bajo dictaduras constitucionales del llamado Socialismo del Siglo XXI.
Tanto Nicolás Maduro como Rafael Correa se caracterizan por su rabia incontrolable contra aquellos que los critican. Esos dos gobernantes se caracterizan por una lengua viperina que insulta a todos aquellos que piensan diferente de ellos. Pero además, como tienen bajo control todo el Estado, incluyendo el Órgano Judicial, lo utilizan para castigar a disidentes, opositores y medios de comunicación que osan criticarlos.
Lo último en Venezuela y Ecuador es impresionantemente absurdo.
En Venezuela, el régimen tiene como rehenes a 22 directivos de medios de comunicación a los que no les permite salir del país como castigo por reproducir noticias de medios internacionales que revelan los nexos del presidente de la Asamblea Legislativa venezolana con carteles del narcotráfico. Y en Ecuador, se ha sancionado y multado al diario La Hora por no hacer una cobertura del informe de un alcalde oficialista. En Ecuador se sanciona a los medios por informar y por no informar también.