Las autoridades mexicanas rescataron ayer a un grupo de 178 migrantes centroamericanos que intentaban llegar ilegalmente a EE.UU. y fueron abandonados por traficantes dentro de un tráiler en una carretera de Veracruz.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del sábado al norte del estado costero de Veracruz, en la localidad de Tantima, cuando los ‘coyotes’ trasladaban a los migrantes a la frontera.
Según un informe policial al que tuvo acceso Univision, “tras percatarse de que fueron abandonados por los traficantes, los migrantes explicaron que salieron de la caja porque tenían hambre, caminaron y llegaron al poblado en donde los habitantes les brindaron alimentación”. Los migrantes, que según agencias de noticias eran en su mayoría de Guatemala, Honduras y El Salvador, decidieron buscar además ayuda de las autoridades y migración, pues necesitaban atención médica por la deshidratación.
El activista local Rubén Figueroa, quien ha dado seguimiento a temas migratorios, publicó en su cuenta de Facebook que entre las víctimas había niños y mujeres.
El diario E-Consulta entrevistó a Figueroa, quien detalló que “el tema de migrantes que son traficados en trailer no es algo nuevo, pero sí algo que se ha incrementado”.
Agregó que en los últimos meses se han dejado abandonado o detenidos trailer en los estados de Chiapas, Tabasco, Puebla, “los peligros que enfrentan es que pueden morir asfixiados, deshidratados, insolados”.
El rescate de estos migrantes se produce tras la muerte de 10 hispanos indocumentados que fallecieron tras viajar hacinados a bordo de un camión sin refrigeración que fue encontrado en el estacionamiento de un Walmart en San Antonio, Texas.
De los 39 inmigrantes encontrados -de un grupo de casi un centenar según contaron los testigos- 34 eran mexicanos. Entre los fallecidos ha trascendido que 7 eran de México y uno de Guatemala. Todavía no se han revelado la identidad de todas las víctimas.
Por esta tragedia, fue arrestado el chofer James M. Bradley, de 60 años. Actualmente se encuentra a la espera de una condena por los cargos de tráfico ilegal y homicidio de 10 personas, delito por el que el estado de Texas puede otorgar la pena capital.