Cada vez que vea propaganda electoral y toda esa colección de promesas que le hacen sobre todo en la radio y la televisión, recuerde que esos señores y señoras están buscando empleo y usted querido lector, con su voto, es el patrón que decide si los contrata o no.
Como patrón de todos esos señores y señoras que aspiran a ser diputados o alcaldes, usted tiene el derecho y la obligación de escoger bien y de exigir bien. Usted con los impuestos que paga -los que le descuentan en su salario por la renta- y los que paga cada vez que compra comida, ropa o cualquier bien de consumo-el IVA- o compra gasolina, contribuye para pagar el salario de estos funcionarios y funcionarias.
Hay algunos de esos señores y señoras que buscan empleo que nos han prometido lo mismo por tres, seis, nueve, doce y hasta 15 años, desde la Asamblea Legislativa y usted ya sabe cómo funcionan las cosas ahí.
Hay algunos de ellos que tienen una preparación académica impresionante, una trayectoria personal y pública intachable, que se les ve el compromiso por el pueblo que los elige. Hay otros que ni siquiera completaron la universidad y se han comportado muy cuestionablemente como diputados o alcaldes.
Hay unos que le ofrecen soluciones a problemas reales y planteamientos lógicos de cómo trabajarán. Hay otros que le dan paja y le prometen lo imposible. Usted es el patrón, usted es quien decide si esos señores y señoras, tendrán empleo o no. Decida sabiamente.