La aprobación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por su sigla en inglés) obligará a El Salvador a desarrollar una agenda conjunta que propicie las condiciones para un mejor desempeño de la industria textil y confección.
Patricia Figueroa, directora ejecutiva de la Camtex, reiteró ayer que, aunque se logre que los beneficios concedidos a los competidores del país en el rubro y participantes en el TPP sean los mismos que tiene El Salvador, es necesario que se hagan las “dos tareas”, la del sector privado y la del público.
El sector privado debe continuar buscando nuevos nichos de mercado, indicó, mientras el Gobierno debe mejorar el clima de negocios, apoyando en lograr precios más bajos en energía -que para las textileras representa el 60 % de sus costos-, agilizando los trámites, entre otros.
También, indicó, es importante controlar los índices de criminalidad, pues afecta en los costos y resta atractivo para el inversor.
La Camtex consideró que el TPP puede dar lugar a otra reconversión del sector, como la que se dio con el ingreso de la República de China Popular a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la entrada en vigor del tratado de libre comercio con Estados Unidos. En ese momento, El Salvador migró al esquema de “paquete completo”, donde el comprador entrega al fabricante local las especificaciones de las prendas y el proveedor se encarga de adquirir los insumos y elaborarla.
Indicó que dentro de la estrategia conjunta para esa reconversión puede incluirse un salto similar al suramericano, que integró la industria de la moda al sector textil y confección.
77 % Exportaciones
El 77 % de las ventas del sector, en el primer semestre, se dirigieron a EE.UU.